Radhamés Jiménez, un agricultor que lleva toda su vida cultivando cebolla, papa y otras hortalizas en la comunidad Las Espinas, teme que en vez de buscar una solución al problema, esto genere mayor pobreza entre quienes viven en las comunidades enclavadas en Valle Nuevo.
““Yo no sé hacer otra cosa que trabajar la tierra. Si me sacan de aquí, para un lugar nuevo donde no pueda laborar en lo que siempre he hecho, entonces, lo que buscan es que no podamos sobrevivir fuera de aquí y algunos hasta morir”, apuntó Jiménez, de 51 años de edad.
Su vecino, Darío Rosado, recuerda que hasta el agua que consumen, incluyendo la colocación de tuberías que van a dos tinacos, fueron construidas por las familias de Las Espinas.
Rosado lamenta que a las personas que habitan allí, no les hayan planteado a qué lugar los van a reubicar. De acuerdo a representantes de organizaciones ambientalistas, el total de ocupantes, sumando todas las zonas: sur (Ocoa), noreste (Pinalito) y norte (El Castillo, La Siberia, Montellano, Pinar Parejo,) se calculó en aproximadamente 414, entre grandes, medianos y pequeños productores.
Mientras que al menos 300 familias desalojadas hace cinco años de varias comunidades en la zona de Valle Nuevo en el municipio de Constanza, provincia La Vega permanecen a la espera de las viviendas y tierras prometidas para el cultivo.
Ricardo Quezada, director municipal del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, dijo que junto al Instituto Agrario Dominicano trabajan en un levantamiento que determinará quiénes serán reubicados en tierras del Estado en la comunidad Los Bermúdez. Las comunidades desalojadas en Constanza y que esperan reubicación son: El Castillo, Montellano, Pinar Parejo, Pinar Bonito o Río Grande, Pinalito, Madre Vieja, El Naranjo, Arroyo Juan, El Torito.
Félix Rosado es uno de los desalojados de Constanza. Durante toda su vida vivió en Pinar Parejo, pero fue afectado con el plan iniciado hace cinco años por las autoridades gubernamentales.
Ahora reside en el centro de Constanza, pero debe desplazarse a diario en un largo trayecto para trabajar en una plantación de manzanilla.
“A nosotros nos sacaron con la promesa de reubicarlos en un lugar seguro. Hasta el momento, al igual que yo, otras 300 personas seguimos esperando que nos lleven a los terrenos prometidos para continuar trabajando en lo que sabemos hacer: laborar la tierra”, indica.
Hasta el momento, solo 53 familias fueron reubicadas en igual cantidad de casas del proyecto Villa Popy en la comunidad de Río Grande. Sin embargo, desde el 2018 cuando fue inaugurado dicho proyecto, nadie más ha logrado que se cumpla la promesa de las tierras prometidas.
Valle Nuevo está situado en una meseta sobre los 2,200 metros de elevación y un área de 910 kilómetros cuadrados. Su territorio está dentro de las provincias La Vega, Azua de Compostela, San José de Ocoa y Monseñor Nouel.
Mediante la resolución 14/2016, del 29 de septiembre del 2016, las autoridades dispusieron en el Parque Nacional de Valle Nuevo eliminar la agricultura, retiro de todos los equipos, maquinarias, alambres, maderas, utilizados por pequeños y grandes productores que se encontraban dentro del parque. El IAD trabaja con 200 desalojados
José Delio Guzmán, un activista medioambiental y asesor del ministerio, dijo que en el levantamiento hecho por el Instituto Agrario Dominicano se determinó que 200 trabajadores agrícolas serán los posibles beneficiados con el plan de entrega de terrenos.
Sin embargo, informó que este grupo no recibirá las viviendas como se hizo con el proyecto Villa Popy, debido a que solo se hizo con los que eran propietarios de casas. Además de la comunidad Los Bermúdez evalúan cuatro localidades más. La fuente El Caribe RD
No hay comentarios:
Publicar un comentario
COMENTAS Y COMPARTE AQUÍ