Unos 10,4 millones de personas han recibido las dos dosis de la vacuna y, con la excepción de Kansas, Missouri y Alabama, en el resto del país la tasa de vacunas administradas supera la cifra de 11.000 por cada 100.000 habitantes.
De acuerdo con los CDC, desde que comenzó la pandemia en Estados Unidos se han confirmado más de 27 millones de casos de la covid-19 y por esa enfermedad han muerto 466.400 personas.
El presidente, Joe Biden, investido el 20 de enero, ha prometido que su gobierno logrará que 100 millones de personas reciban al menos la primera dosis de la vacuna en los primeros 100 días de su gobierno, es decir, el 30 de abril próximo.
Pero será difícil de cumplir esa promesa si se mantiene el ritmo actual, ya que desde que comenzaron las inoculaciones a mediados de diciembre, el proceso ha encontrado dificultades tanto en el volumen de producción de vacunas, como en su distribución y el acceso del público a las mismas.
No en vano, y según los últimos datos, se sigue manteniendo una gran diferencia entre las dosis repartidas (65,9 millones) y las administradas a la población (44,7).
Diferentes criterios
Los estados han adoptado diferentes métodos para priorizar la vacunación y, en general, las primeras personas con acceso a la inoculación han sido pacientes de largo plazo, como los que se encuentran en residencias para ancianos, y el personal que trabaja en el sector de la salud.
A ellos hay que sumar que, a fecha del 1 de febrero, 29 estados y el Distrito de Columbia habían ampliado la elegibilidad para las vacunas contra la covid-19 para incluir a las personas de 65 años o más.
Sin embargo, otros van con retraso, como en Delaware, donde las autoridades informaron este martes de que el estado no iniciará, como estaba previsto, el 11 de marzo una segunda fase de vacunación para otros segmentos de la población debido a «un suministro extremadamente limitado» de dosis.
Por su parte el gobernador de Kentucky, Andy Beshear, dijo que su estado recibirá más dosis del gobierno federal.
Según datos de los CDC, se han administrado 23,4 millones de dosis de la vacuna fabricada por Pfizer y BioNTech, mientras que la otra que ha sido autorizada hasta el momento en Estados Unidos, la de Moderna, la han recibido 21,1 millones.
El Gobierno espera que la aprobación de nuevas vacunas suponga un empuje en las cifras diarias de vacunación y se cuenta con que este mismo mes será autorizada de emergencia la fabricada por Johnson & Johnson, que tiene una eficacia del 66 % en la prevención de enfermedades de moderadas a graves, según un estudio.
Disparidad racial
La página web de Carolina del Norte muestra que en ese estado el 78 % de quienes han recibido la vacuna son blancos, el 14 % son afroamericanos y solo el 2 % son latinos.
Esto vendría a confirmarse con los datos de los CDC, que indicaron que en el primer mes de vacunación, del 14 de diciembre de 2020 al 14 de enero, el 11,5 % de los que habían recibido al menos una dosis eran latinos y el 60,4 % eran blancos, aunque los hispanos representan el 18 % de la población del país, en una disparidad criticada por numerosos grupos.
Los expertos en salud pública han advertido que en ese año el coronavirus ha mutado creando variantes que podrían ser más contagiosas y aún más letales que el virus que inició la pandemia.
Algunos estudios preliminares han indicado que las vacunas producidas por Moderna y Pfizer-BioNTech son menos eficaces contra la variante viral sudafricana, aunque se espera que los niveles de anticuerpos neutralizantes del coronavirus de todos modos sean suficientes como para proveer protección.
Otro de los esfuerzos que promueve el Gobierno de Biden apunta a la reapertura de las escuelas, pero la Asociación Nacional de Educación, el mayor gremio de maestros, divulgó una encuesta según la cual el 82 % de los docentes no ha recibido la vacuna.
Los maestros no figuran entre los grupos designados como prioritarios en 24 estados.
471.184 muertos y 27.279.523 contagios
Estados Unidos alcanzó este miércoles 27.279.523 casos confirmados del coronavirus SARS-CoV-2 y 471.184 fallecidos por la enfermedad de la covid-19, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
El balance a las 20.00 hora local (01.00 GMT del jueves) era de 3.266 muertes más que el martes y de 94.710 nuevas infecciones.
El estado de Nueva York sigue como el más golpeado del país por la pandemia con 45.312 muertos, seguido de cerca por California (45.167), Texas (40.148), Florida (28.208), Pensilvania (22.726), Nueva Jersey (22.250) e Illinois (21.869).
Otros estados con un gran número de fallecidos son Michigan (15.939), Georgia (15.421), Massachusetts (15.207) o Arizona (14.462).
En cuanto a contagios, California suma 3.445.816, le sigue Texas con 2.530.400, tercero es Florida con 1.798.280, Nuevo York es cuarto con 1.504.059 e Illinois es quinto con 1.152.995.
El balance provisional de fallecidos -471.184- supera con creces la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.
El nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha pronosticado que en febrero se superará el medio millón de fallecidos y que en total morirán más de 600.000 personas.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para el 1 de junio habrán muerto unos 630.000
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