SAN SALVADOR.- El Salvador vive hoy el segundo día de reflexión para las elecciones presidenciales del próximo domingo a la espera de la entrada en vigor de la “ley seca”, que comenzará al finalizar este viernes y se prolongará hasta el martes, con el objetivo de evitar conflictos generados por personas en estado de ebriedad.
La prohibición de vender, distribuir y consumir bebidas alcohólicas, norma controlada por agentes policiales, comienza a las 00.00 hora local del sábado (6.00 GMT) y concluye a la misma hora del martes, día 5 de febrero, según lo establecido por el Código Electoral.
“El día anterior a la elección, el de la votación y el siguiente, se prohíbe la venta, distribución y consumo de bebidas embriagantes de cualquier naturaleza. Los infractores serán sancionados de conformidad al artículo 253 de este Código”, señala la normativa.
Las sanciones por incumplimiento de la ley oscilarán entre los 114,28 y 1.142,85 dólares, multas que se aplican “según la gravedad del caso y capacidad económica del infractor”.
El director general de la Policía Nacional Civil (PNC), Howard Cotto, explicó hoy, durante el lanzamiento del plan especial de seguridad para las elecciones, que los agentes desplegados verificarán el cumplimiento de la “ley seca”.
Por su parte, el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Julio Olivo, quien recordó la prohibición que establece la “ley seca”, también advirtió a los salvadoreños de las multas que implica la transgresión de la norma.
Las autoridades de seguridad del El Salvador consideran que con esta medida se evita que los ciudadanos voten bajo los efectos del alcohol y que personas ebrias ocasionen disturbios, tan comunes en las zonas de bares o en los centros de votación.
Esta prohibición se suma al silencio electoral, en vigencia desde el jueves, que veta la propaganda partidista en medios de comunicación, mítines, manifestaciones, concentraciones, hojas volantes, vallas o altavoces en lugares públicos.
Además de establecer las prohibiciones habituales en campañas electorales y días previos a la jornada de votación, las autoridades vigilan que los comicios no se vean afectados por la violencia de las pandillas que asedian el país.
“La Policía ha incrementado su vigilancia a escala nacional con el objetivo de brindar seguridad a la ciudadanía antes, durante y después del proceso electoral” y para evitar las acciones de los grupos criminales, señaló la institución.
Serán 53.390 personas, entre agentes policiales, militares y miembros de los servicios de emergencias, las que brindarán seguridad en las elecciones.
El director de Protección Civil, Jorge Meléndez, explicó que el Plan Elecciones Seguras 2019 busca “garantizar la seguridad, la tranquilidad y las condiciones en las que, con toda confianza, el pueblo salvadoreño pueda ejercer el sufragio”.
Para el efectivo cumplimiento de todas las normas establecidas, el TSE hizo un llamamiento a “evitar aquellas actuaciones que inciten a la violencia o intolerancia electoral por parte de los simpatizantes de los distintos partidos políticos”.
Asimismo, pidió a todos los sectores sociales que “se abstengan de realizar o motivar actuaciones que irrespeten a los candidatos” y que “eviten todas las conductas que violen la ley”.
En las elecciones presidenciales del 3 febrero competirán Hugo Martínez, del gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN); Carlos Calleja, con la Alianza Republicana Nacionalista (Arena); Nayib Bukele, por la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA) y Josué Alvarado, con el partido Vamos.
Las encuestas publicadas durante la campaña daban como favorito en la intención de voto a Bukele, seguido de Calleja y Martínez.
Se trata de la sexta elección presidencial desde que finalizó la guerra civil (1980-1992), en la que más de 5,2 millones de salvadoreños escogerán al sucesor de Salvador Sánchez Cerén, el primer excomandante guerrillero que ha gobernado el país y que dejará el Ejecutivo el próximo 1 de junio.
of-am
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