El caso Emely Peguero Polanco ha dejado grandes lecciones para la sociedad dominicana, tanto en materia judicial como educativa y social.
Una de ellas es la necesidad de aprobar un nuevo Código Penal que se adapte a las realidades sociales no solo de República Dominicana sino también del mundo. Un código que tipifique más delitos y contemple sanciones acordes a ellos, consideran abogados y jueces.
Si bien es cierto que el clamor social era condenar a Marlin Martínez por complicidad en el aborto y muerte de la menor de edad, no menos cierto es que sobre la base de las pruebas aportadas por la Fiscalía de San Francisco de Macorís, los hechos atribuidos a la madre de Marlon Martínez no se configuran como complicidad sino como ocultamiento de cadáver, que en nuestra normativa penal es sancionado con una pena más de dos años de reclusión y una multa de RD$200, dijo el tribunal que impuso la pena.
El caso, desde el punto de vista sociológico, invita a que se hagan cambios en cómo la familia y la sociedad dan respuesta a las demandas de información y orientación de los adolescentes, explican varios sociólogos consultados por Diario Libre.
“En una situación compleja como esta sería un error culpar al veredicto, culpar al Estado, culpar al juez. No es un tema de culpabilidad sino un tema de aprendizaje, por ejemplo, la necesidad de aunar esfuerzos para fortalecer el vínculo, interacción, en los procesos de formación de nuestros hijos”, explicó el sociólogo César Cuello.
Dijo que se debe tener una atención mayor a cómo se dan respuestas a los procesos y a las demandas que van teniendo los hijos, tanto en el seno de la familia como en la escuela y en los medios de comunicación, en lo relativo a las influencias y a los patrones de referencia.
En su intervención Celedonio Jiménez indicó que existen muchos problemas de fondo en la sociedad dominicana reflejados en ese caso; falta de seguimiento de los padres a las acciones de los hijos, obsesión de los padres por que sus hijos no vivan la vida que vivieron, las diferencias de clases sociales, jerarquización de los valores fomentados y la ausencia de la masculinidad en el hogar.
Los sociólogos Cuello, Jiménez y Rafael Durán coinciden en establecer la responsabilidad y/o complicidad de los padres de la pareja y la comunidad en donde residían los adolescentes, en cuanto al consentimiento para la en la relación sentimental entre ellos, así como el no orientarlos de la manera adecuada en lo referente a la sexualidad, lo que trajo como consecuencia un embarazo no planificado.
“En la sociedad actual hay un crecimiento de las relaciones sexuales de menores, relaciones que derivan en estados de embarazo que ellos no están en condiciones ni ideológica ni intelectualmente de asumir airosamente”, comentó Jiménez.
También señaló la necesidad de buscar que los hijos actúen de manera recta, que aprendan a no mentir y sean íntegros.
Reacción de la sociedad
Consideran relevante el involucramiento y la demanda de justicia que ha hecho la sociedad, explican que tal reacción estuvo acompañada de un temor a que por el poder económico y político de Marlin Martínez, ella y su hijo recibieran una sentencia benévola.
Esa actitud demuestra que no hay confianza en el sistema de justicia y llama a que sea tomada en cuenta en las decisiones, según los sociólogos.
“La sociedad está sintiendo que estas leyes, estos códigos no están respondiendo a las necesidades de la sociedad en que estamos viviendo ahora, pero hay una gran resistencia a modificar por todas las consideraciones y los conflictos de intereses que hay de por medio para actualizar y modernizar estos códigos”, expresó César Puello.
Aborto
De igual forma, el tema del aborto salió a relucir en el caso. Marlon practicó un aborto clandestino a la adolescente que tenía cinco meses de gestación. Lo cual indica que las autoridades deberán ponderar ese aspecto para la aplicación de políticas públicas.
Investigación y pruebas
La investigación de la muerte de Emely Peguero puso en evidencia las deficiencias de la Policía Nacional, que realiza las pesquisas, y del Ministerio Público, quien dirige la investigación, para reconstruir los hechos de forma tal que puedan probar, más allá de toda duda razonable y los elementos de prueba aportados en el tribunal, que las cosas ocurrieron como lo plantearon, expresaban abogados en foros, grupos y redes sociales.
Consideran que el populismo penal y mediático fue mayor que los elementos de pruebas que aportó la fiscalía de San Francisco de Macorís al Segundo Tribunal Colegiado para probar la supuesta complicidad de Marlin en los hechos cometidos por su hijo en el apartamento de ella.
Psiquiatra
El psiquiatra César Mella critica que un personal de salud mental no haya evaluado a Marlon a solicitud de la fiscalía o de sus abogados. Refiere que tanto él como su madre presentaron conductas antisociales que demuestran la necesidad de una actitud médica especializada.
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