SANTIAGO. Agentes policiales y fiscales del distrito judicial de esta ciudad apresaron anoche a tres enfermeras que están suspendidas en el Hospital Regional Universitario José María Cabral y Báez para ser investigadas en relación con el robo millonario de medicinas que se produjo en el almacén de dicho centro de salud estatal.
Las detenidas fueron identificadas como las licenciadas en Enfermería Solangel Taveras García, Francisca Isabel Ramírez y Jennifer Medina, quienes fueron conducidas a la cárcel del Palacio de Justicia local, hasta que se les conozca la medida de coerción en la Oficina de Atención Permanente.
Informes obtenidos en la Fiscalía dan cuenta de que el Ministerio Público les solicitará prisión preventiva.
El pasado 8 de este mes el director general del hospital José María Cabral y Báez, Ernesto Rodríguez, acudió a la Procuraduría Fiscal para presentar una denuncia sobre la pérdida de una apreciable cantidad de medicamentos del departamento de farmacia por varios millones de pesos.
Varios empleados del centro de salud público fueron suspendidos, aunque nunca fueron identificados ni se aclaró las funciones que desempeñaban en la institución.
Desde el pasado martes de esta semana se realiza en el departamento de farmacia del Cabral y Báez una auditoría por parte de técnicos de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA).
Las detenidas fueron identificadas como las licenciadas en Enfermería Solangel Taveras García, Francisca Isabel Ramírez y Jennifer Medina, quienes fueron conducidas a la cárcel del Palacio de Justicia local, hasta que se les conozca la medida de coerción en la Oficina de Atención Permanente.
Informes obtenidos en la Fiscalía dan cuenta de que el Ministerio Público les solicitará prisión preventiva.
El pasado 8 de este mes el director general del hospital José María Cabral y Báez, Ernesto Rodríguez, acudió a la Procuraduría Fiscal para presentar una denuncia sobre la pérdida de una apreciable cantidad de medicamentos del departamento de farmacia por varios millones de pesos.
Varios empleados del centro de salud público fueron suspendidos, aunque nunca fueron identificados ni se aclaró las funciones que desempeñaban en la institución.
Desde el pasado martes de esta semana se realiza en el departamento de farmacia del Cabral y Báez una auditoría por parte de técnicos de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA).
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