Tomárselo en serio es complicado, literalmente: se puede poner muy difícil si se juega sólo contra la máquina
Como juego para una fiesta con amigos, sin embargo, es una alternativa perfecta para después de Mario Kart
Nintendo aún es conocida por muchas por Wii Sports más que por sus últimos lanzamientos, ya fueran para la fallida Wii U o de la recién lanzada (y de momento muy exitosa) Switch. No es de extrañar que la compañía japonesa quiera recuperar parte de la esencia de Wii con un juego como Arms.
Ese nuevo juego de estética atrevida y personajes divertidos y originales está pensado para jugarlo a puñetazos, con uno de los mandos de Switch en cada mano, como si fueran Wiimotes de Wii. Aunque se puede manejar con botones y sticks, por aquello de que la consola también es portátil y no se puede uno poner a hacer boxeo en el metro, la forma más básica de juego es haciendo movimientos.
Es algo que funciona al principio y que es divertido en las primeras fases del juego, más sencillas y para acostumbrarse a los controles. A medida que pasan las horas y el juego se pone más complicado, se evidencia que el control por movimientos no es tan preciso y que el tiempo de reacción del jugador y de los gestos, algo normal cuando uno está haciendo algo físicamente, lastran las opciones de vencer a un enemigo que no se cansa y que es una máquina.
De ahí que migrar a los botones y el control de toda la vida fuera la mejor opción cuando quería ponerme en serio con sus desafíos y su modo para un jugador. Ahora bien, con amigos, jugar con mandos es obligatorio. Hace falta tener dos sets de dos joycon, lo que no todo el mundo tendrá, pero si normalmente recibes gente en casa y tienes una Switch, quizá sea una buena inversión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
COMENTAS Y COMPARTE AQUÍ