El jardinero fue de los principales jugadores ofensivos de los Tigres
A diferencia de otros años, Jorge Bonifacio alcanza su propia identidad con el Licey, al margen de su hermano Emilio, factor de los pasados tres cetros conquistados por la franquicia.
En su primer trío de campañas vistiendo la camiseta azul su desempeño fue pírrico, se redujo a apenas 10 turnos. Esta vez y recibiendo su primera gran oportunidad de juego agota 153 visitas y se convierte en factor para que los bengaleses hayan culminado con foja de 26-24, segundo mejor durante la serie regular.
Un average de .248, (153-38), más que aceptable en un torneo invernal que fue netamente de pitcheo, unido a sus 16 remolcadas e igual cantidad de anotadas, siete dobletes, ranquearon a Bonifacio entre los hombres más importantes del combinado azul.
“Siempre confiaba en mi y sabía que solo necesitaba recibir una oportunidad para demostrar que tenía la capacidad de batear en la liga”, expresa Bonifacio, quien este año participó en 42 partidos.
Sus siete dobletes empataron la mejor marca del equipo con Diory Hernández y Mel Rojas Jr, sus 16 anotadas y 16 remolcadas fueron apenas dos menos que el líder en el club, al gual que sus 38 imparables.
Una gran temporada con el conjunto Omaha, Triple A de los Reales de Kansas City se convirtió en parte de su presentación para que en esta ocasión sea tomado muy en cuenta en la conformación del plantel y no hizo quedar mal a quienes les informaron que su nombre estaría con mayor frecuencia escrito en la nómina abridora.
En las últimas campañas, un cotizado prospecto en las Menores que más bien era conocido como el hermano menor de Emilio, en esta oportunidad Jorge con su registro se apoderó de uno de los jardines de los Tigres e incluso en un buen tramo de la regular fue el hombre más importante con la estaca para el Licey.
“Desde que me brindaron DIARIO la oportunidad de juego me dispuse a seguir laborando de manera incanzable, soy de los que más temprano llega al estadio y de inmediato me fajo a trabajar en el cage”, expresa el jugador de 23 años, los cuales son ocho .menos que su hermano Emilio.
“Pienso que lo único que faltaba con él era darle juego y él se encargaría del resto y de esta forma aconteció”, señaló el ex jardinero, Sil Campusano cuando Listín Diario lo abordó en relación al buen desempeño que había registrado Bonifacio durante la ronda regular.
Al igual que su hermano, un producto del programa de talentos de jugadores que posee Ivan Noboa, Bonifacio espera seguir aportando a la causa del Licey, en los diferentes renglones. Los azules inician el nuevo tramo en el todos contra todos en el segundo puesto, medio partido detrás de las Aguilas.
El espera que su labor en que remolcó 86 vueltas, anotó 82, produjo 22 dobles y 19 jonrones lo ayude a ganar puesto en el conjunto de los Reales de Kansas para la venidera estación. Pero antes que eso llegue, el jugador de solo 23 años continuó demostrando su gran progreso y así como lo hizo en Estados Unidos su bate también se dejó sentir en el béisbol dominicano, en un torneo donde los bateadores perdieron la batalla ante el hermético pitcheo.
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