El talón de Aquiles de cada nueva oleada tecnológica es que, con el tiempo, se convierte en un servicio público.
En ocasión del anuncio de Marissa Mayer en referencia a la adquisición del negocio operativo de Yahoo por US$4.8 mil millones por parte de Verizon, la compañía estadounidense de telecomunicaciones, ella elogió a la empresa que ha liderado durante cuatro años. Ella dijo que Yahoo había “humanizado y popularizado la web, el correo electrónico y la búsqueda”.
Fue un cumplido ambiguo, dado que empresas menos “universalmente admiradas” — incluyendo a Alphabet, Facebook y Amazon — han superado a la empresa con el signo de exclamación en dos décadas. La Sra. Mayer identificó el problema: Yahoo comenzó como un directorio de enlaces compilado por sus fundadores y se mantuvo siendo demasiado humano.
La valoración de Yahoo se elevó a US$128 mil millones durante la primavera de 2000 debido a la fe de los inversores en que la curación de datos humana podría vencer a los buscadores; y que las personas que navegaban a través de las lentas líneas telefónicas necesitaban una interfaz humana. Pero la tecnología derrotó a la humanidad. El acceso al Internet era más potente de lo que se habían imaginado y todo lo que le quedaba a Yahoo era su amabilidad.
Un ejemplo de cómo han avanzado las cosas desde la fundación de Yahoo en 1995 es el “Plan Maestro II” de Elon Musk publicado la semana pasada. El fundador de Tesla, la empresa de vehículos eléctricos, prevé que los vehículos no sólo se conducirán a sí mismos, sino que también formarán parte de una flota automatizada durante su ‘tiempo libre’. Él ha llegado a la conclusión de que sería posible “permitir que tu vehículo gane dinero cuando no lo estés utilizando”.
La visión del Sr. Musk — dos décadas después de que el directorio de Yahoo pareciera una mejor opción que Google — sigue siendo improbable, pero ya no es inconcebible. El Internet ha resultado ser no sólo un montón de computadoras unidas entre sí a través de una red, sino mucho, mucho más que eso. El Internet ha mejorado constantemente gracias a la banda ancha móvil, a la tecnología de posicionamiento global, a los teléfonos inteligentes, a la computación en la nube y a la inteligencia artificial.
El grupo de innovaciones agrupadas y etiquetadas como “el Internet” ha demostrado ser una tecnología de propósito general similar a la máquina de vapor y a la electrificación. El Internet ha tenido un significativo y disruptivo efecto en numerosas industrias, y es probable que continúe teniéndolo durante algún tiempo.
El problema de Yahoo es que, desde el comienzo, estuvo en el lado equivocado de la brecha entre la tecnología y los humanos, y nunca encontró el camino correcto. Lo más cerca que llegó a encontrarlo fue a mediados de la década de 2000, cuando Terry Semel, uno de la serie de directores ejecutivos, adquirió a Inktomi, a Altavista y a Overture en un fallido intento de competir con los algoritmos de Google.
El nombramiento de la Sra. Mayer fue otro intento de ‘cruzar la brecha’ ya que ella venía de Google. En la práctica, lo más que podía hacer era eliminar algunas de las ineficiencias de Yahoo y adaptar su mezcolanza de productos, desde Yahoo Mail hasta los móviles, el entretenimiento y las noticias.
Verizon ha adquirido a Yahoo y a AOL, dos de las grandes compañías originales del Internet. Ellas se unen a un servicio público que, cada vez con más frecuencia, vende conexiones de transmisión de datos de banda ancha. Yahoo era el equivalente en el Internet de una guía telefónica y ahora se está volviendo parte de una empresa de telefonía reacondicionada para el Internet.
La historia del dominio de la tecnología sobre la humanidad y del acaparamiento de la mayor parte de la recompensa es común en el mundo del Internet. Los usuarios de Facebook son quienes proporcionan la mayor parte del contenido, sin embargo, la empresa y su red son las que se benefician de su valor. Facebook tiene una capitalización de mercado de alrededor de US$348 mil millones, lo cual equivale a 72 veces el precio de Yahoo. Amazon rebaja los precios presionando a los proveedores, incluyendo a los editores, y tiene el mismo valor que Facebook.
Pero la tecnología tiene un talón de Aquiles. Aunque cada nueva oleada crea y captura enormes ganancias durante las etapas iniciales — tomemos en cuenta el ejemplo de las bonanzas ferroviarias del siglo XIX — con el tiempo se convierte en rutina. Los teléfonos alguna vez fueron máquinas increíbles, pero hoy en día las llamadas de voz mediante líneas telefónicas fijas son, en el mejor de los casos, una mercancía en un mundo en donde la transmisión de video mediante los teléfonos celulares es gratuita.
El escritor de tecnología Nicholas Carr opina que el cambio de las computadoras personales a la computación en la nube es similar al cambio de electricidad generada localmente a electricidad conducida a través de redes eléctricas ocurrido a finales del siglo XIX. Los centros de datos construidos por Verizon, Facebook, Amazon y otras empresas son mucho más poderosos que sus predecesores. Y ellos también convierten la computación a pedido y el acceso a datos en un servicio público.
Existe un indicio de lo anterior en el acuerdo entre Verizon y Yahoo. Aunque es probable que la combinación de Yahoo y AOL — que incluye 25 marcas tales como el Huffington Post y TechCrunch — contribuya sólo alrededor del 5 por ciento de los ingresos de la entidad resultante de la fusión, pudiera proporcionar crecimiento. El negocio de telecomunicaciones principal de Verizon es vasto y genera una gran cantidad de dinero en efectivo, pero sus ingresos han caído este año.
Otras compañías del Internet y de las comunicaciones también han reforzado sus ingresos con contenido mediático creado por seres humanos. Comcast, la compañía de cable estadounidense que compite con Verizon, adquirió plena propiedad del grupo de películas, televisión y música NBCUniversal en 2013. Netflix ha invertido miles de millones de dólares en contratar la producción de dramas y documentales originales.
Desde la creación de Yahoo, la actividad humana ha sido constantemente reemplazada por redes informáticas que realizan tareas más económica y eficientemente. En algunos casos, como en el de los vehículos de autoconducción, este proceso continuará. Pero la nueva tecnología también es implacable consigo misma: con el tiempo, se convierte en un servicio público. Pero, por desgracia, Yahoo no podía esperar tanto tiempo.
Por John Gapper (c) 2016 The Financial Times Ltd. All rights reserved
En ocasión del anuncio de Marissa Mayer en referencia a la adquisición del negocio operativo de Yahoo por US$4.8 mil millones por parte de Verizon, la compañía estadounidense de telecomunicaciones, ella elogió a la empresa que ha liderado durante cuatro años. Ella dijo que Yahoo había “humanizado y popularizado la web, el correo electrónico y la búsqueda”.
Fue un cumplido ambiguo, dado que empresas menos “universalmente admiradas” — incluyendo a Alphabet, Facebook y Amazon — han superado a la empresa con el signo de exclamación en dos décadas. La Sra. Mayer identificó el problema: Yahoo comenzó como un directorio de enlaces compilado por sus fundadores y se mantuvo siendo demasiado humano.
La valoración de Yahoo se elevó a US$128 mil millones durante la primavera de 2000 debido a la fe de los inversores en que la curación de datos humana podría vencer a los buscadores; y que las personas que navegaban a través de las lentas líneas telefónicas necesitaban una interfaz humana. Pero la tecnología derrotó a la humanidad. El acceso al Internet era más potente de lo que se habían imaginado y todo lo que le quedaba a Yahoo era su amabilidad.
Un ejemplo de cómo han avanzado las cosas desde la fundación de Yahoo en 1995 es el “Plan Maestro II” de Elon Musk publicado la semana pasada. El fundador de Tesla, la empresa de vehículos eléctricos, prevé que los vehículos no sólo se conducirán a sí mismos, sino que también formarán parte de una flota automatizada durante su ‘tiempo libre’. Él ha llegado a la conclusión de que sería posible “permitir que tu vehículo gane dinero cuando no lo estés utilizando”.
La visión del Sr. Musk — dos décadas después de que el directorio de Yahoo pareciera una mejor opción que Google — sigue siendo improbable, pero ya no es inconcebible. El Internet ha resultado ser no sólo un montón de computadoras unidas entre sí a través de una red, sino mucho, mucho más que eso. El Internet ha mejorado constantemente gracias a la banda ancha móvil, a la tecnología de posicionamiento global, a los teléfonos inteligentes, a la computación en la nube y a la inteligencia artificial.
El grupo de innovaciones agrupadas y etiquetadas como “el Internet” ha demostrado ser una tecnología de propósito general similar a la máquina de vapor y a la electrificación. El Internet ha tenido un significativo y disruptivo efecto en numerosas industrias, y es probable que continúe teniéndolo durante algún tiempo.
El problema de Yahoo es que, desde el comienzo, estuvo en el lado equivocado de la brecha entre la tecnología y los humanos, y nunca encontró el camino correcto. Lo más cerca que llegó a encontrarlo fue a mediados de la década de 2000, cuando Terry Semel, uno de la serie de directores ejecutivos, adquirió a Inktomi, a Altavista y a Overture en un fallido intento de competir con los algoritmos de Google.
El nombramiento de la Sra. Mayer fue otro intento de ‘cruzar la brecha’ ya que ella venía de Google. En la práctica, lo más que podía hacer era eliminar algunas de las ineficiencias de Yahoo y adaptar su mezcolanza de productos, desde Yahoo Mail hasta los móviles, el entretenimiento y las noticias.
Verizon ha adquirido a Yahoo y a AOL, dos de las grandes compañías originales del Internet. Ellas se unen a un servicio público que, cada vez con más frecuencia, vende conexiones de transmisión de datos de banda ancha. Yahoo era el equivalente en el Internet de una guía telefónica y ahora se está volviendo parte de una empresa de telefonía reacondicionada para el Internet.
La historia del dominio de la tecnología sobre la humanidad y del acaparamiento de la mayor parte de la recompensa es común en el mundo del Internet. Los usuarios de Facebook son quienes proporcionan la mayor parte del contenido, sin embargo, la empresa y su red son las que se benefician de su valor. Facebook tiene una capitalización de mercado de alrededor de US$348 mil millones, lo cual equivale a 72 veces el precio de Yahoo. Amazon rebaja los precios presionando a los proveedores, incluyendo a los editores, y tiene el mismo valor que Facebook.
Pero la tecnología tiene un talón de Aquiles. Aunque cada nueva oleada crea y captura enormes ganancias durante las etapas iniciales — tomemos en cuenta el ejemplo de las bonanzas ferroviarias del siglo XIX — con el tiempo se convierte en rutina. Los teléfonos alguna vez fueron máquinas increíbles, pero hoy en día las llamadas de voz mediante líneas telefónicas fijas son, en el mejor de los casos, una mercancía en un mundo en donde la transmisión de video mediante los teléfonos celulares es gratuita.
El escritor de tecnología Nicholas Carr opina que el cambio de las computadoras personales a la computación en la nube es similar al cambio de electricidad generada localmente a electricidad conducida a través de redes eléctricas ocurrido a finales del siglo XIX. Los centros de datos construidos por Verizon, Facebook, Amazon y otras empresas son mucho más poderosos que sus predecesores. Y ellos también convierten la computación a pedido y el acceso a datos en un servicio público.
Existe un indicio de lo anterior en el acuerdo entre Verizon y Yahoo. Aunque es probable que la combinación de Yahoo y AOL — que incluye 25 marcas tales como el Huffington Post y TechCrunch — contribuya sólo alrededor del 5 por ciento de los ingresos de la entidad resultante de la fusión, pudiera proporcionar crecimiento. El negocio de telecomunicaciones principal de Verizon es vasto y genera una gran cantidad de dinero en efectivo, pero sus ingresos han caído este año.
Otras compañías del Internet y de las comunicaciones también han reforzado sus ingresos con contenido mediático creado por seres humanos. Comcast, la compañía de cable estadounidense que compite con Verizon, adquirió plena propiedad del grupo de películas, televisión y música NBCUniversal en 2013. Netflix ha invertido miles de millones de dólares en contratar la producción de dramas y documentales originales.
Desde la creación de Yahoo, la actividad humana ha sido constantemente reemplazada por redes informáticas que realizan tareas más económica y eficientemente. En algunos casos, como en el de los vehículos de autoconducción, este proceso continuará. Pero la nueva tecnología también es implacable consigo misma: con el tiempo, se convierte en un servicio público. Pero, por desgracia, Yahoo no podía esperar tanto tiempo.
Por John Gapper (c) 2016 The Financial Times Ltd. All rights reserved
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