Un grupo de los más sobresalientes boxeadores que registra la historia del boxeo olímpico de la República Dominicana tienen la marca del entrenador Víctor Pascual Linares.
Su capacidad para hacer “buenos y excelentes” boxeadores es reconocida hasta por los más “incrédulos”. La lista es larga y la encabeza Pedro Julio Nolasco, primer medallista olímpico dominicano.
Pero también salieron de la escuela de Pascual Linares púgiles del nivel de Manuel -El Olímpico- Herrera, los excampeones mundiales Elencio Mercedes y Luis -Cucuso- Santana, además de Jorge Amparo, Héctor Julio Ávila, Francisco Sánchez, Miguel Mercedes, Pedro Saiz, Fausto Mercedes, Alberto Ramírez, Johnny Nolasco, entre otros.
“Recorrí los cinco continentes como entrenador de la selección nacional de boxeo”, revela con orgullo Víctor Pascual.
Reconoce que los méritos de la considerada época dorada del boxeo dominicano y en particular de La Romana no son de su exclusiva responsabilidad.
“Detrás de nosotros estaba el Central Romana, que antes era la Gulf and Western American Corporation y que nos ofrecía todo su respaldo”, recuerda Víctor Pascual, quien también da crédito a la Federación Dominicana de Boxeo y la Asociación de Boxeo de La Romana.
Producto del trabajo de Pascual y el respaldo de la citada empresa, la Selección Nacional de Boxeo fue “invadida” por los boxeadores romanenses.
“Recuerdo que eran tantos los boxeadores nuestros en la selección que la Federación Dominicana de Boxeo se vio precisada a establecer en La Romana la casa del equipo nacional”, expuso.
Añadió que hubo una época en que prácticamente el plantel nacional de boxeo estuvo integrado, en casi su totalidad, de púgiles romanenses.
“Eso fue algo grandioso, histórico, que no ha ocurrido con ninguna otra provincia”, sostiene Víctor Pascual, quien dejó la selección para dar paso al relevo, que encarnó Ruddy Zapata (fallecido), otro de los grandes entrenadores de boxeo que registra la historia dominicana.
Pese a que ya está pensionado y con problemas de visión, Pascual revela que aún en las condiciones en que se encuentra de vez en cuando asiste al coliseo de boxeo Pedro Julio Nolasco para ofrecerle orientaciones a los nuevos boxeadores.
“Hubo ocasiones en que la Federación Dominicana de Boxeo me envió al extranjero para participar en cursos y seminarios en los que terminé siendo profesor en lugar de alumno”, expone.
Víctor Pascual asegura que dirigió el plantel nacional desde 1975 hasta 1997 y aunque sus logros están a la vista de todos, en ocasiones es bueno recordarlos, para quienes intentan ignorarlos.
Su capacidad para hacer “buenos y excelentes” boxeadores es reconocida hasta por los más “incrédulos”. La lista es larga y la encabeza Pedro Julio Nolasco, primer medallista olímpico dominicano.
Pero también salieron de la escuela de Pascual Linares púgiles del nivel de Manuel -El Olímpico- Herrera, los excampeones mundiales Elencio Mercedes y Luis -Cucuso- Santana, además de Jorge Amparo, Héctor Julio Ávila, Francisco Sánchez, Miguel Mercedes, Pedro Saiz, Fausto Mercedes, Alberto Ramírez, Johnny Nolasco, entre otros.
“Recorrí los cinco continentes como entrenador de la selección nacional de boxeo”, revela con orgullo Víctor Pascual.
Reconoce que los méritos de la considerada época dorada del boxeo dominicano y en particular de La Romana no son de su exclusiva responsabilidad.
“Detrás de nosotros estaba el Central Romana, que antes era la Gulf and Western American Corporation y que nos ofrecía todo su respaldo”, recuerda Víctor Pascual, quien también da crédito a la Federación Dominicana de Boxeo y la Asociación de Boxeo de La Romana.
Producto del trabajo de Pascual y el respaldo de la citada empresa, la Selección Nacional de Boxeo fue “invadida” por los boxeadores romanenses.
“Recuerdo que eran tantos los boxeadores nuestros en la selección que la Federación Dominicana de Boxeo se vio precisada a establecer en La Romana la casa del equipo nacional”, expuso.
Añadió que hubo una época en que prácticamente el plantel nacional de boxeo estuvo integrado, en casi su totalidad, de púgiles romanenses.
“Eso fue algo grandioso, histórico, que no ha ocurrido con ninguna otra provincia”, sostiene Víctor Pascual, quien dejó la selección para dar paso al relevo, que encarnó Ruddy Zapata (fallecido), otro de los grandes entrenadores de boxeo que registra la historia dominicana.
Pese a que ya está pensionado y con problemas de visión, Pascual revela que aún en las condiciones en que se encuentra de vez en cuando asiste al coliseo de boxeo Pedro Julio Nolasco para ofrecerle orientaciones a los nuevos boxeadores.
“Hubo ocasiones en que la Federación Dominicana de Boxeo me envió al extranjero para participar en cursos y seminarios en los que terminé siendo profesor en lugar de alumno”, expone.
Víctor Pascual asegura que dirigió el plantel nacional desde 1975 hasta 1997 y aunque sus logros están a la vista de todos, en ocasiones es bueno recordarlos, para quienes intentan ignorarlos.
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