Es una realidad insoslayable que desde aquel 15 de diciembre
de 1973 hasta la fecha, el Partido de la Liberación Dominicana, es la
organización política de mayor gravitación e importancia, en el seno del pueblo
dominicano, así como en las élites del poder en términos generales, fruto de
que la misma ha logrado hacer un eclecticismo sociopolítico llevando su
ideología del Social Liberalismo junto al pragmatismo electoral contemporáneo,
con una clara proclividad hacia la vocación de poder mediante la articulación y
ejecución del concepto denominado, diversidad de criterios con un objetivo
común!
Con la salida del escenario político del líder más
atiborrado e insignia moral de nuestra vida republicana, el maestro y guía,
profesor Juan Emilio Bosch y Gaviño en 1994, y con la ascensión a la
presidencia del Dr. Leonel Fernández, el PLD entendió que las reformas sociales
ya no dependían del discurso, ni las teorías de Montesquieu, Rousseau, y ni
desgraciadamente de las doctrinas de Marx y Engels, y que los tiempos modernos
y el mismo ciudadano demandaban otras cosas, es a partir de ese momento donde
comienza un proceso de institucionalización y reformas del todo el sistema,
económico, político, judicial y social, cuyos sistemas antiquísimos estaban
matizados por los, buscones, tributarios, amiguismos y los privilegios de
personalidades, y además, la integración y participación de la República
Dominicana en los organismos internacionales y regionales, en esta era de la
globalización y la post-modernidad.
Es esa transformación institucional y una cosmovisión
electoral la que ha convertido al PLD, en la maquinaria colegiada más exitosa
de toda Latinoamérica, solo superada quizás por el poderoso PRI de México, y en
la organización más hegemónica y homogénea del espectro sociopolítico
Dominicano, es esa fisonomía particular la que ha ayudado al PLD a conseguir 6
elecciones en forma seguida con más del 50 % de la preferencia de los
electores, queriendo esto significar de manera irrefutable, que probablemente el
pueblo le ha otorgado a esa organización política más poder del que ellos
mismos imaginan.
Retos y Desafíos,
Paradójicamente, es ese mismo poder político legitimado por
el pueblo, el que ha contribuido a que el PLD haya sufrido una transformación
sistemática y tripartita que pueden definirse como, el partidismo, fundamentado
en la visión de Juan Bosch y la ideología partidaria, las corrientes o
grupismos, amparados bajo la sombrillas de varios liderazgos endógenos y
exógenos, y por ultimo el individualismo, expresado en las bases y en una parte
considerable de su cúpula, todas estas transformaciones al margen de sus
triunfos electorales, son las que tienen conminado al PLD mas rápido que tarde,
a realizar una profilaxis, interna, externa, política e ideológica.
Así mismo, si bien es cierto que, el Partido de la
Liberación Dominicana puede considerarse como el padre de la república moderna
que conocemos hoy día, no menos cierto es, que también el mismo ya debe
sentarse a definir que va hacer con todo ese poder que el pueblo le ha otorgado
en los últimos 20 años, por tal motivo, el PLD tiene el desafío indefectible de
construir un verdadero e inmutable Estado Social y Democrático de Derechos,
pues hay que estar muy claros en que una cosa es, gobiernos exitosos y otra muy
diferente la construcción de un Estado, donde prime la seguridad ciudadana y
jurídica, una real separación de los poderes, la erradicación definitiva de los
problemas de salud, educación, empleos, energía, alimentos, viviendas,
tecnologías, transporte, y los privilegios sociales, etc.
Por consiguiente, esa gerontocracia compuesta por 35
miembros cuyos éxitos políticos y electorales son incuestionables, ya que todo
lo que el CP ha planificado y ejecutado en los últimos 20 años se ha convertido
en triunfo y poder para el PLD, sin embargo, tienen por delante el reto más
grande de toda sus vidas, que es, convertir a la república dominicana en el
orgullo de quienes residen fuera del país y en la referencia particular de
aquellos que residimos aquí, ese seria el éxito más grande del PLD, pues hay
que estar muy consiente, que aunque duremos gobernando en el país los mismos 71
años que duró el PRI en México, algún día el PLD saldrá del poder y la
República Dominicana o el Estado Social y Democrático de Derechos que podamos
construir, continuará!
Autor: Lic. Manuel Cruz
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