CRACOVIA. ¿Dónde está Dios? ante el terrorismo, la violencia, el hambre y el mal en el mundo, fue la pregunta retórica con la que comenzó hoy el papa Francisco su discurso durante el Vía Crucis en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Cracovia.
Esta es “la pregunta que a menudo resuena en nuestra mente y en nuestro corazón: “¿Dónde está Dios?”, interrogó Francisco a los cientos de miles de jóvenes de todo el mundo reunidos en la explanada de Blonia, en Cracovia.
“¿Dónde está Dios, si en el mundo existe el mal, si hay gente que pasa hambre o sed, que no tienen hogar, que huyen, que buscan refugio? ¿Dónde está Dios cuando las personas inocentes mueren a causa de la violencia, el terrorismo, las guerras?”, dijo.
Y continuó: “¿Dónde está Dios, cuando enfermedades terribles rompen los lazos de la vida y el afecto? ¿O cuando los niños son explotados, humillados, y también sufren graves patologías?”.
Reconoció entonces que “hay preguntas para las cuales no hay respuesta humana” porque, explicó, “Sólo podemos mirar a Jesús, y preguntarle a él”.
“ Y la respuesta de Jesús es esta: Dios está en ellos, Jesús está en ellos, sufre en ellos”, respondió Francisco.
Jesús, explicó, “eligió identificarse con estos hermanos y hermanas que sufren por el dolor y la angustia, aceptando recorrer la vía dolorosa que lleva al calvario”.
Francisco participó en este Vía Crucis, una de las ceremonias de esta JMJ, mañana vivirá la vigilia y el domingo la misa de clausura.
Esta es “la pregunta que a menudo resuena en nuestra mente y en nuestro corazón: “¿Dónde está Dios?”, interrogó Francisco a los cientos de miles de jóvenes de todo el mundo reunidos en la explanada de Blonia, en Cracovia.
“¿Dónde está Dios, si en el mundo existe el mal, si hay gente que pasa hambre o sed, que no tienen hogar, que huyen, que buscan refugio? ¿Dónde está Dios cuando las personas inocentes mueren a causa de la violencia, el terrorismo, las guerras?”, dijo.
Y continuó: “¿Dónde está Dios, cuando enfermedades terribles rompen los lazos de la vida y el afecto? ¿O cuando los niños son explotados, humillados, y también sufren graves patologías?”.
Reconoció entonces que “hay preguntas para las cuales no hay respuesta humana” porque, explicó, “Sólo podemos mirar a Jesús, y preguntarle a él”.
“ Y la respuesta de Jesús es esta: Dios está en ellos, Jesús está en ellos, sufre en ellos”, respondió Francisco.
Jesús, explicó, “eligió identificarse con estos hermanos y hermanas que sufren por el dolor y la angustia, aceptando recorrer la vía dolorosa que lleva al calvario”.
Francisco participó en este Vía Crucis, una de las ceremonias de esta JMJ, mañana vivirá la vigilia y el domingo la misa de clausura.
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