Con Adriano Espai-llat que vamos

Por: Miguel Melenciano

Ya es tiempo, y  nos los hemos ganados.  En cuestión de días los dominicanos volveremos a hacer historia, pero historia de la buena, de esa que se repiten cuando luchamos y  trabajamos arduamente  por la consecución de un objetivo, “servir desinteresadamente a  la comunidad”.

Como lo ha hecho Adriano Espaillat que desde su juventud se integró a ayudar a los detenidos desamparado, para proporcionarles servicios legales gratuitos con el objetivo de reducirle la detención preventiva, y la prisión posterior a una condena innecesarias como Coordinador de Servicios de la Corte para la Agencia de Justicia Criminal de Nueva York, una organización sin ánimo de lucro.

Adriano Espaillat es el elegido para repetir esa historia.  Quisqueyano de pura cepa, que se ha entregado en cuerpo y alma a servir, no solo a la comunidad dominicana, de la cual se siente orgulloso, sino también, a todos los hispanos, afroamericano, Judíos, Europeos, Haitianos,  residentes en el  Distrito que representa.

Espaillat es un visionario, que como todos los inmigrantes arribo a los Estados Unidos en busca del sueño americano, el cual, con persistencia y al paso de los años ha podido lograr, subiendo la escalera del éxito peldaño por peldaño, primero; formándose intelectualmente como estudioso de las Ciencias Políticas, y segundo; utilizando estos conocimientos para servir a la humanidad.

Parece ser que este hombre actúa de acuerdo a su genética, pues es descendiente directo del considerado, por casi el 90% de los historiadores dominicanos y extranjeros, "uno de los políticos más honestos y cándidos" que ha tenido la nación, Ulises Francisco Espaillat, quien fuere el decimoctavo presidente de la República Dominicana en 1876.

Hoy más que nunca los Hispanos, Dominicanos, Europeos, Afroamericanos, Asiáticos, empresarios, bodegueros, propietarios de restaurantes, de centros de diversión, chiriperos, trabajadores, y todos el que quiera el desarrollo y progreso humano del Distrito 13, debe empuñar en sus manos, el compromiso sumario de trabajar al unísono por el triunfo de Adriano Espaillat al Congreso Federal.