La causa número uno de muerte secundaria a infecciones por el virus de la influenza es la neumonía, que conlleva a un fallo respiratorio, sobre todo en ancianos. Pero además, este terrible virus es también causante de otras entidades patológicas, como son la rabdomiolisis, miocarditis, Síndrome de Guillain-Barré y el Síndrome de Reye. También se ha descubierto que existe una relación con el infarto al miocardio.
Se ha observado que tanto los infartos como las infecciones por influenza se incrementan en la época de invierno, de Diciembre a Marzo. Esto dificulta individualizar los casos, precisando sin lugar a dudas cuáles son el resultado del incremento estacional y cuáles son debidos a la relación existente entre estos y las infecciones por influenza.
La relación que se postula está basada en el hecho que el virus crea un proceso de inflamación sistémica generalizada, que ocasiona aterosclerosis de las arterias que irrigan al corazón; conocidas como las coronarias.
Warren-Gash trataron de demostrar esta relación realizando un estudio en el que analizan los porcentajes de pacientes que presentaban una infección por influenza y, en forma simultánea, o muy poco tiempo después, un infarto al miocardio. Dicho estudio fue publicado en el Journal of infectious diseases y en la página de la American Heart Association.
En resumen, en dicho estudio se establece la existencia de una relación clara entre estas dos entidades. Aun así, se considera que se requiere de nuevas investigaciones que confirmen estos importantes hallazgos, a fin de darles el suficiente peso clínico que justifique la recomendación del uso de la vacuna en contra de la influenza en todos los adultos que tengan entre sus antecedentes una historia de enfermedad coronaria.
Como profesionales de la medicina y guardianes de la salud de nuestros pacientes, los médicos debemos recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la aplicación de la vacuna contra el virus de la influenza en todas las personas mayores de 65 años, que constituyen la parte de la población con mayor riesgo de que una infección respiratoria de tipo viral derive en una neumonía, como consecuencia de su sedentarismo.
Algo que nunca se debe perder de vista es que existen algunas contraindicaciones para la aplicación de la vacuna, como son la alergia al huevo y haber sufrido del síndrome de Guilliain-Barré.
El estudio al que hemos hecho referencia está disponible en:http://circ.ahajournals.org/ content/102/25/3039.full
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