El comportamiento del dólar estadounidense está generando nerviosismo en muchos países de América Latina que observan cómo la moneda de referencia por excelencia sigue rompiendo “barreras psicológicas” o “máximos históricos”.
En Colombia es donde más, pues el dólar nunca antes había valido tanto. Este martes alcanzó los 3.015 pesos.
Lo que significa que la devaluación del peso colombiano en los últimos 12 meses fue de cerca del 36%, de acuerdo a la agencia Reuters.
El alto precio de la divisa estadounidense ha sido tema de análisis recurrente en los medios de comunicación colombianos, que mencionan la “barrera psicológica” cada vez que la moneda de EE.UU. cruza un nuevo millar.
Pero no es el único país latinoamericano donde se está dando la conversación.
En México, por ejemplo, en los primeros siete meses de 2015, el peso se devaluó 11%. Y en los últimos 12 meses, un 19%.
En mayo, los analistas hablaban de récord cuando el dólar llegó a costar 15 pesos. En la actualidad, cada dólar se cambia a 16.71 pesos, con lo que ha alcanzado –de nuevo– su máximo histórico; por décimoquinta vez en este año.
Los empresarios mexicanos aseguran que la tendencia causará inevitablemente un alza inflacionaria durante el segundo semestre del año.
El factor chino
Entre los factores que explican la tendencia del fortalecimiento del dólar frente a las monedas emergentes latinoamericanas está China.
China le está dando con la devaluación un empujón a sus exportadores, lo que muchos consideran será un problema para los exportadores latinoamericanos.
Un análisis la firma J.P. Morgan sobre la economía latinoamericana ubicó a Chile y Perú primeros en un ranking de riesgo global por exposición a la pérdida de valor del yuan, según reportó el diario estadounidense The Wall Street Journal.
Brasil figuró en el quinto lugar y Colombia en el séptimo.
Sin embargo, el analista Gustavo Segré, director del grupo de investigación brasileño Center Group, entrevistado por BBC Mundo recientemente, cree que el caso de Brasil, cuya moneda, el real, ha sufrido una caída del 35% en los últimos 12 meses, tendrá una ventaja en sus exportaciones.
El caso de Venzuela es particular porque rige el control de cambios impuesto en 2003. Allá lo que ha caído es el valor del bolívar en el mercado paralelo, donde un dólar se compra por 670 bolívares, más de 100 veces la tasa oficial más baja (6,3 bolívares) y muy por encima de los menos de 40 de agosto del año pasado.
¿Positivo para quién?
Para los consumidores, este panorama puede ser sinónimo de malas noticias. Los precios que pagan en el supermercado por productos importados tienden a ir en aumento.
Pero hay quien puede salir ganando. En Colombia, México, Perú y Chile, un dólar más fuerte es bienvenido por industriales y productores de bienes para la exportación.
Al perder valor las monedas nacionales frente al dólar, sus productos serán más baratos en destino y por ende más atractivos para compradores internacionales.
A su vez, los productos importados que les hacen competencia se harán más caros.
Por lo que la tendencia del dólar parece ser una buena noticia para los industriales, exportadores y los que trabajan en esos sectores.
El turismo latinoamericano también puede aplaudir el momento del dólar.
En México y naciones caribeñas como República Dominicana, EE.UU. es la principal fuente de turistas.
Y los hoteles y demás paquetes vacacionales se harán más baratos para los visitantes de ese país, por lo que se espera que aumente la demanda.
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