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Entre el cielo y tierra

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Extrañando a Dominicana 
Brasilia, Brasil.- En el lugar donde vivo la gente es simpática y alegre como mi gente dominicana. Aunque hablamos diferentes idiomas nos entendemos tan bien que me parece que hablamos lo mismo, con todo y eso me ha parecido una eternidad durar un año sin volver a mi tierra quisqueyana y al pueblo que me vió nacer.
En el país donde vivo los paisajes son tan verdes como los paisajes de mi patria. Igual se cultivan plátanos, mangos, yuca y todo y más de lo que se cultiva donde nací. Felizmente vivo en un país tropical, solo que aquí no te venden los plátanos verdes y no lo aprovechan para hacer mangú ni tostones. Al logrio le llaman galhinada, el moro no es igual y el sancocho no existe. Para comer mangos tengo que esperar que sea diciembre y ahora en mi país los mangos están en sus buenas. Con o sin parecidos extraño mucho volver a mi casa materna y a nuestra gran mesa.
En la ciudad donde vivo el sol brilla tanto como mi sol dominicano, solo que acá es invierno cuando allá es verano y yo quiero vivir verano en mi verano de siempre. Encontrarme en julio y agosto con todos los primos que siempre van en esta época desde Nueva York, juntarnos a conversar y comer delicias dominicanas o talvéz dar un viaje juntos a alguna playa cercana.
En Brasil como en Dominicana me siento bien. La felicidad vive dentro de mi y no en mi alrededor, solo que ya comienza a parecerme demasiado durar 12 meses sin ver mis hermanos, mis sobrinos, mis amigos. Nunca duré tanto sin verlos y comienza a dolerme la distancia. Mis raíces me llaman, me esperan.
Cuando vuelva a Dominicana no tendré ningún afán por visitar las nuevas modernidades, solo quiero volver a los lugares donde siempre fuí. Ver algún espectáculo en Casa de Teatro, Tomarme un jugo debajo del frondoso árbol del Conde o ir a comer al Barrio chino.
Cuando vuelvo a mi país preciso de muy poco para ser felíz. Me basta sentarme en Cotuí en las mecedoras de mi madre y hablar de todo un poco con mis hermanos y todos los que tradicionalmente desfilan por nuestra casa. No es lo que haga, es con quien y estar en la esencia de mis raíces.

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