DECENAS DE CARPAS ACOGEN A LOS VISITANTES, QUE LLEGAN DESDE TODA LA GEOGRAFÍA NACIONAL
Entre cánticos, oraciones y reflexión, cientos de católicos celebran hoy la fiesta de la Divina Misericordia, en El Caliche de Manoguayabo, donde desde hace 25 años esta actividad religiosa se ha convertido en una tradición, festividad que se conmemora el primer domingo después del Día de Resurrección.
Más de diez calles cercanas a la parroquia Nuestra Señora de la Evangelización, donde está la “Casita de la Misericordia”, hogar de la Comunidad Fuente de Misericordia, en la avenida Los Beisbolistas, permanecen cerradas, y se han colocado sillas para los feligreses.
Decenas de carpas acogen a los visitantes, que llegan desde toda la geografía nacional, quienes con rosarios y afiches en mano, se unen en lo que denominan una celebración de la fe.
Desde La Romana, Esperanza Villa Faña se dirigió a la Casita de la Misericordia, acompañada de un grupo de católicos de la iglesia a la que asiste. Con un velón en la mano, esperaba en la fila para llegar a la capilla, donde decenas de creyentes presentan ofrendas y agradecen prodigios.
“La misericordia de Dios me devolvió la vida”, manifiesta mientras recuerda que estuvo a punto de morir por un problema de salud, pero imploró a Dios que por su misericordia le diera otra oportunidad y se la concedió. El motivo de su visita a la Casita es dar las gracias al Creador por este milagro.
Margot Rosario desde Villa Mella llegó al lugar temprano, esperaba entrar a la capilla y entregar la veladora que ofreció por la salud de su hija, quien fue sometida a una cesárea, y ella y su nieta salieron bien.
Mientras que Juan Alberto Díaz, residente en Hato Mayor del Rey y Heladia Santana del sector de Guerra de Santo Domingo, también apelan a la misericordia de Dios y comparten el júbilo y la alegría de estar en la capilla, donde aseguran se siente una presencia divina.
A la Fiesta de la Divina Misericordia acuden personas enfermas y con distintas necesidades espirituales, quienes revestidos de fe ponen sus peticiones en manos de Dios y su misericordia.
El evento, que inició a las ocho de esta mañana y concluye pasadas las cuatro de la tarde con la celebración de una eucaristía, es amenizado por el Ministerio Católico Signo de Cristo, canciones que son coreadas por los presentes.
En el entorno, los feligreses rezan el rosario de la Misericordia, participan de una procesión con el Santísimo y las distintas actividades pautadas en el programa.
Con esta devoción que llegó al país en el año 1987, se recuerda la aparición de Jesús a Sor María Faustina, donde le dijo “Debes saber, hija mía que mi Corazón es la misericordia misma”.
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