Trasladan a los dos líderes de la secta San Miguel Árcángel a Pontevedra para declarar ante el juez

Feliciano Miguel Rosendo Silva y Marta Paz han llegado ya a Pontevedra, donde está el juzgado que instruye el caso. Se prevé tomarles declaración en dependencias del instituto armado y luego ponerlos a disposición del Juzgado de Instrucción 1 de Tui, en principio hoy mismo. Fuentes de la investigación han explicado que en principio no se prevén más detenciones.

EFE  |  Madrid  | Actualizado el 12/12/2014 a las 10:13 horas

Los dos detenidos en Madrid por liderar una secta en la que supuestamente se cometían abusos y se convencía a los fieles para que entregasen su dinero han sido trasladados ya a Pontevedra, donde permanecen en dependencias policiales y se prevé que pasen hoy a disposición judicial.

Según han informado fuentes de la investigación, Feliciano Miguel Rosendo Silva y Marta Paz han llegado ya a Pontevedra, donde está el juzgado que instruye el caso, sobre las cinco de la mañana. Se prevé tomarles declaración en dependencias del instituto armado y luego ponerlos a disposición del Juzgado de Instrucción 1 de Tui, en principio hoy mismo.

La Guardia Civil detuvo este jueves en la localidad madrileña de Collado Villalba a Feliciano Miguel Rosendo Silva, el fundador de la secta Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, y a la "monja" Marta Paz Alonso. Ambos se habían trasladado de Madrid a Pontevedra después de que la Diócesis de Tui Vigo apartase a Rosendo de la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, y fundaron una nueva secta: la Voz del Serviam.

Están acusados de los delitos de asociación ilícita en concurso con organización criminal, abusos sexuales, blanqueo de capitales y contra la integridad moral y contra la hacienda pública, según señalaron fuentes de la investigación.

Miguel Rosendo y Marta Paz, que no ha sido ordenada dentro de la jerarquía de la Iglesia y a la que los investigadores consideran "su mano derecha", han sido arrestados en el marco de la operación El Edén, tras las investigaciones llevadas a cabo sobre las actividades de esta organización, después de que exmiembros y familiares de los adeptos aseguraran que se cometían abusos sexuales, físicos y psicológicos, y se enriquecían ilícitamente a su costa.

Fuentes de la investigación han explicado que en principio no se prevén más detenciones, salvo que la documentación intervenida revele más implicaciones.