La victoria republicana fue amplia y generalizada en lo que se interpreta como un reproche a Obama, quien ha transitado de crisis en crisis todo el año y cuya baja popularidad hizo que varios candidatos demócratas no buscaran su apoyo en la campaña.
Los republicanos fortalecieron además su control en la Cámara de Representantes y, cuando asuma el nuevo Congreso en enero, estarán a cargo de ambas asambleas legislativas por primera vez desde 2006.
La toma de control del Senado por parte de los republicanos forzará a Obama a reducir sus ambiciones, ya sea actuando a través de medidas ejecutivas que no requieren aprobación legislativa o avanzar en asuntos en los que encuentra apoyo de ambos partidos, como los tratados de libre comercio o reformas tributarias.
Además, pondrá a prueba su capacidad para llegar a acuerdos con oponentes políticos que tienen ahora más confianza y que se han resistido a su agenda legislativa desde que fue electo por primera vez.
Algunos miembros del equipo de Gobierno de la Casa Blanca podrían cambiar, para que entren nuevos aires.
Obama, que llegó al poder en el 2008 y fue reelecto en el 2012, llamó a los líderes demócratas y republicanos del Congreso a reunirse el viernes en la Casa Blanca para hacer un balance del nuevo panorama político. El mandatario observó los resultados de las elecciones en la Casa Blanca, y vio poco que mejorara su ánimo.
Antes de los resultados, la Casa Blanca había dicho que Obama no realizaría grandes cambios. Funcionarios mencionaron que podría buscar áreas de acuerdo con el Congreso en comercio e infraestructura.
"El presidente va a seguir buscando socios en el Capitolio (la sede del Congreso), demócratas o republicanos, que estén dispuestos a trabajar en políticas que beneficien a la clase media", dijo el martes el portavoz de la Casa Blanca Josh Earnest.
Obama, que fue senador durante una legislatura antes de convertirse en presidente, ha sido frecuentemente criticado por no establecer vínculos más cercanos con los legisladores.
Ahora se encontrará con una cara conocida en una posición con más poder. El senador republicano Mitch McConnell, de Kentucky, quien ganó una dura batalla por la reelección contra la demócrata Alison Lundergan Grimes, reemplazará el demócrata Harry Reid como líder de la mayoría del Senado.
Reid ha sido unos de los principales aliados políticos de Obama y lo ayudó a sacar adelante su reforma al sistema de salud en 2010.
"Algunas cosas no cambiarán después de esta noche. No espero que el presidente se despierte mañana y vea el mundo de manera diferente de lo que hizo cuando se despertó esta mañana. Él sabe que no lo haré tampoco. Pero sí tenemos la obligación de trabajar juntos en cuestiones en las que podemos estar de acuerdo", dijo McConnell en su discurso de celebración en Louisville.
ELECCIONES DISPUTADAS FUERON PARA LOS REPUBLICANOS
En la amplia victoria del martes, los republicanos obtuvieron triunfos donde los demócratas eran favoritos, consiguiendo un escaño senatorial en Carolina del Norte y otro en Kansas, además de gobernadores en varios estados, incluyendo el de Illinois, la casa política de Obama.
En ocho de 10 elecciones senatoriales que se consideraban como una disputa estrecha, los republicanos ganaron. Los republicanos necesitaban seis nuevos escaños para ganar el control del Senado de 100 miembros, y a última hora tenían siete.
La victoria llegó cuando la republicana por Iowa Joni Ernst fue declarada ganadora sobre el demócrata Bruce Braley y el republicano Thom Tillis derrotó a la senadora demócrata Kay Hagan, que buscaba la reelección en Carolina del Norte.
Candidatos republicanos también arrebataron a los demócratas escaños en el Senado de los estados de Montana, Colorado, Virginia Occidental, Dakota del Sur y Arkansas.
"RESPONSABILIDAD ... PARA DIRIGIR"
Una vez que se calme la euforia por la victoria, los republicanos estarán bajo presión para mostrar a los estadounidenses que son capaces de gobernar, tras llevar hace un año una pelea por el presupuesto a un punto en que se paralizó al Gobierno. Ese será un factor para sus ambiciones de recuperar la Casa Blanca en el 2016.
El senador republicano Ted Cruz, un conservador que podría competir por la presidencia, dijo a CNN: "El pueblo estadounidense está frustrado con lo que está pasando en Washington, pero ahora la responsabilidad recae en nosotros para que mostremos liderazgo", declaró.
Si bien hay comentarios sobre acercamientos, no se espera en el futuro próximo un cambio importante en el clima distante de Washington.
Las diferencias entre los partidos podrían aparecer porque Obama considera medidas ejecutivas para retrasar deportaciones de algunos indocumentados y sobre política energética.
Jay Carney, que fue portavoz de Obama, dijo que espera que el presidente impulse sus prioridades "sin cuartel" a pesar de los cambios en el Congreso.
Obama y otros funcionarios de la Casa Blanca han culpado al mapa electoral, porque varias de las disputas claves se dieron en estados donde el presidente perdió en 2012.
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